Dice un sabio refrán que lo que siembres cosecharás. Siempre he vivido pregonando las ventajas de vivir una vida de amor, de pasión por todo y por todos, de alegría por la alegría de otros, de felicidad y bendiciones por aquellos que obtienen lo que yo busco o deseo, y hasta lo que no me importa. Pero no es sólo decirlo, es hacerlo, no es lo que dicen mis labios, lo que escriben mis dedos, sino lo que a escondidas, donde nadie puede ver, donde sólo somos yo y mi Diosa, donde verdaderamente esto es válido. De nada me vale felicitar a mi comadre por el nacimiento de sus niñas si no agradezco y oro a mi Señora por su bienestar y su felicidad, si no me detengo y de corazón me conmociono y comparto mi alegría. No me vale de nada la felicidad de mi mejor amiga y su pareja, si no me siento parte, si no tomo un tiempo para agradecerle a su pareja la felicidad que provee a mi amiga, si no oro por su felicidad y bienestar, y agradezco su presencia, su existencia en la vida de mi amiga. De nada me vale pregonar lo que no practico.
Pero así mismo, aquello que me funciona, que me ha traído felicidad merece la oportunidad de ser conocido por otros, de que sea fuente de placer no solo para mí sino para todos los que me conocen. Por eso me tomo tanto tiempo en compartir las buenas nuevas con las personas que quiero, por eso, a riesgo de ser egocéntrico e irritar, comparto y relato mis alegrías, comparto todo lo que considero apropiado compartir para traer felicidad a otros, procurando no cruzar el límite entre buenas nuevas y chisme.
De nada me vale hacer esto, si no tomo un momento para agradecerle a mi Diosa SU presencia en mi vida, agradecerle que me ha dado fuerza cuando la vida se torna difícil, agradecerle que da la valentía de luchar por lo que creo cuando mi entorno me da la espalda, pero sobre todo, agradecerle mi vida, y la vida de todos los que conozco, y aprecio, porque más que estar allí, ellos son los que hacen que mi vida sea como es: Maravillosa. Gracias a todos los que considero mis amigos, a los que se consideran mis amigos, y a todas las personas que de una u otra forma han tocado mi vida, y han dejado una huella, sublime cual huella en la arena, recia como grieta en el granito, profunda como cráter que parece dar al centro de la tierra, enterrándose en sus entrañas y desgarrando su cuerpo. Gracias a todos por estar, por no estar, por ser, por no ser, y por existir. Gracias :3.
A veces me pregunto si soy demasiado dramático... Pero sabes qué? No me importa, yo soy un poeta, mis palabras siempre están cargadas de significado, porque sin el significado, las palabras no son más que arena en el viento, no son más que efemérides, sueños que jamás se soñaron, deseos que jamás se desearon, esperanzas que jamás se esperaron. Sin significado, las palabras carecen de sentido, y carecen de razón. Las dos palabras más fuertes del mundo son sólo tres sílabas, cinco letras, una oración, menos de un segundo, pero son capaces de cambiar una vida si tienen significado, y así mismo son capaces de acabar con ella cuando carecen de significado.
Si, me desvié, pero sabes qué? Está bien, porque hoy quiero decir que soy feliz, quiero ver el cielo azul, las nubes blancas, el sol oculto detrás, el rostro de mi bebé, pero más que nada, hoy quiero decir te quiero mucho mi bebé. Eventualmente no habrá que usar códices ni trucos para hablar, pero mientras el día llega, lo importante es esto: Gracias por existir y gracias por corresponderme en esto que siento, gracias. :3
Gracias mi Diosa, gracias por toda la alegría que has provisto. :3 Y por favor, que esta alegría se pueda compartir, que otros participen y vivan de ella. Bendice a todos en este día tan maravilloso, en todos los días de su vida, y se para ellos lo que has sido para mí. Gracias.
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