"La elocuencia no es mi fuerte, no soy un poeta común. La capacidad de formular oraciones sin fin, sin aparente preparación, sin ensayos y fórmulas, no es una de mis escasas habilidades. Soy torpe, carezco de tacto y mi léxico se extiende eternamente, pero su articulación es pobre, artrítica, contenida entre muros angostos, cuellos de botella y canales obstruidos a menudo por su propia extensión. Mi destreza no radica en la capacidad de pintar el cielo en palabras bellas, en contener el universo en versos; no, eso es para otros, es un campo desconocido por mí. No, mi destreza es simple: sé decir las cosas correctas en pocas palabras y contener ideas tan extensas como el infinito en unas pocas líneas. Soy artista en la forma que contengo un río de esbozos y permito el paso sólo a la más perfecta forma de la palabra, conteniendo en líneas que amenazan colapsar conceptos extensos y vertiginosamente vertidos en su forma más básica. Sé qué decir cuando lo necesito, sé contener todo el conocimiento en una palabra, pero soy el único que sabe hacer esto, y por eso me veo a menudo divagando por praderas sobrepobladas de palabras empobrecidas de significado, entre montones de artículos, preposiciones, proposiciones y artilugios técnicos diseñados más para ocluir que dilucidar sentidos que nunca fueron tan claros como ahora. Divagando en una pradera de palabras con potestad de tornarse en grandes robles, pinos frondosos y densos sauces no es de dudar que divague aún más, elaborando sobre una palabra que contiene un concepto supremo, superando la capacidad de la palabra misma. No importa cuánto divague siempre hallaré palabras, pero de qué sirve un contenedor vacío, no por discapacidad, pero por ausencia de aquello qué contener, un lujo más en un salón abarrotado de lujos. Sin nadie a quién dirigir mi mensaje soy un poeta inútil, pues es en instancia la mera razón de mi arte el contener un mensaje que se vierte sin necesidad de más que un lector. Un poema ininteligible es lo mismo que una pintura en blanco, puede contener un universo de mensajes, pero carece de forma, y el mensaje que contiene se pierde en sí mismo, eternamente opacado por su propia luz. Pero aún elocuente y con forma, un poema sin emociones es como una carta de amor a un perro, la puedes leer mil veces, pero jamás recibirás una respuesta, pues tu mensaje solo existe cuando tú lo posees. Es pues más un convenio de partes que forman una eficiente, sutil máquina que un arte contenido en un lienzo, la poesía. Y así ha de ser mientras tenga vida, pues no renunciaré jamás a la belleza de conducir mil imágenes por medio de un millón de palabras mediocres a miles de millones de lectores en pro de un arte más eficiente en su expresión. La belleza del cielo nocturno yace no en los colores que adornan el lienzo que es la inmensidad, sino en la cantidad de minúsculos puntos de luz que construyen cada color en dicho lienzo. Es pues así la poesía, fútil en su precisión, bella en su abundancia y su mensaje, provisto por artificios que son sólo atribuibles a los más astutos hechiceros, encerrados en sus laboratorios construyendo un mundo eterno en un cáliz, siempre centrados en una meta mayor a sus métodos. Es pues así como la poesía engloba en una simple palabra todos los secretos de la hechicería, las tácticas de la conquista y la sabiduría de todos los hombres y mujeres que han pisado la tierra, conteniendo el mayor de los significados en el menor de los espacios disponibles para dicho fin."
Sólo un pequeño esbozo de lo que habita mi mente a veces al poner en retrospectiva mis creaciones y su evolución...
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